sábado, 13 de octubre de 2012

Las diferencias nos fortalecen

"...Cada cabeza es un mundo..."
Con esa frase, refería un día un compañero de trabajo en la delegación de policía, respecto de la dificultad que mostraba ponerse de acuerdo entre un pequeño grupo de oficiales, para realizar un tarea.
Y es que se nos "pone cuesta arriba" todo cuando las ideas y acciones enfrentan algún grado de resistencia para que fluyan o se apliquen, precisamente porque se piensa que esa palabra "dificultad" reviste todo el negativismo "apocaliptico" que pueda haber en el mundo.
El punto es ¿Qué sucede si la dificultad  no fuese tan mala como parece? Lo digo puntualizando en esa dificultad que se asoma a partir de las diferencias entre las personas, sea cual fuera el grupo humano que se plantea una tarea.
Se secreto para superar las dificultades en las relaciones entre personas podría hallarse en el desarrollo de la tolerancia y la acción positiva de querer entender la riqueza de las diferencias entre personas, como vía para fortalecer los grupos humanos o bien las relaciones entre personas.
Un hecho significativo, en primera instancia ha de ser entender la personalidad y lo que la configura. Se sabe que existe un aspecto genetico que no se modifica, pero hay un porcentaje muy grande que responde a estimulos del medio que rodea a la persona.
Refiriendo la frase al inicio de esta nota efectivamente "cada cabeza es un mundo" y por ende como se comprende el mundo y como se piensa un problema así como su solución es parte de esa compleja concepción, ¿cuál concepción? La de cada una y de cada uno.
Intentar comprender todo lo que los manuales de psicología puedan decirnos al respecto no es tan  factible, pero si es viable tener lineamientos básicos respecto a esa personalidad, así como los factores que la definen. Siendo así, podremos enterder al otro y la otra, para definir el medio más adecuado para comunicarse y trabajar.
Solo un ejemplo: Si se tiene una persona con actitud neurótica, en lugar de proyectar la ansiedad que caracteristica este tipo de gente, lo correcto es no dar énfasis en los detonantes de sus preocupaciones, sino por el contrario mostrar interés y preocuparse por dicha persona.
¿Interesante verdad? Parece como una aventura descubrir aspectos que mejoran nuestra competitividad, a partir de preocuparse en entender a quien esta junto a nosotras o nosotros.
Como podemos ver, la dificultad de esas diferencias, puede ser solo el primer paso para crecer.

Mejorar pueda que dependa de la escucha y comprensión.



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